Una Visita a la Córdoba de Julio Romero de Torres

Romero de Torres es uno de los pintores españoles más relevantes de finales del siglo XIX y principios del XX.

Te dejamos algunos enlaces prácticos para preparar tu visita al Museo de Julio Romero de Torres:

En una de las plazas más visitadas de Córdoba como es la plaza del Potro y compartiendo edificio con el museo de Bellas Artes de Córdoba, encontramos el museo de Julio Romero de Torres. El museo analiza la trayectoria de uno de los pintores mas famosos de Córdoba. Fue abierto en el año 1931, un año después de su muerte, curiosamente el museo se instaló en la casa en la que nació, vivió y murió el pintor. 

El Museo de Julio Romero de Torres te hará entender el folclore y la tradición de esta que enraíza fuertemente con su obra.

Romero de Torres

Antes de comenzar a hablar del edificio es importante conocer y entender a Romero de Torres. Nacido en el seno de una familia de artistas, tuvo contacto desde muy pequeño con el mundo del arte, su padre Rafael Romero, también era pintor y se esforzó para que el joven Julio Romero tuviera conocimientos artísticos.

Retrato de Julio Romero de Torres


Rafael Romero, siendo director de la Escuela de Bellas Artes decidió matricular a su hijo para que recibiera una formación artística desde joven. Sobresaliendo con una estética personal que mezcla el sentimiento popular y el folclore, en un estilo andaluz plagado de refinamiento y embrujo, reflejando en sus cuadros una Córdoba dramática y rural.

Romero de Torres es conocido por sus temas flamencos y taurinos a través de Cordoba y con temáticas que rinden homenaje al cante popular. Poseedor de un estilo muy personal, realizó obras llenas de sugerencia, sensualidad y misterio. Se pueden apreciar tres etapas de la obra de este pintor modernista. El original terminará en 1908. El central termina en 1916 y el último terminará con su muerte en 1930 no sin antes terminar La chiquita piconera.

Si algo caracteriza a sus cuadros es la centralidad compositiva marcada por mujeres con una tez morena, conocida como la mujer cordobesa. Por el erotismo que impregna muchas de sus pinturas es considerado como un artista controvertido y provocador.

El museo

En la plaza del Potro y en un edificio construido originalmente por los Reyes Católicos a finales del siglo XV como Hospital de la Caridad y fue atendido por la orden franciscana cumpliendo su función hasta 1837. A partir de entonces pasaría a ser Museo Provincial de Bellas Artes.

Entrada al museo

Un año después del fallecimiento del pintor se crea el museo de Julio Romero de Torres abriendo sus puertas en 1931 curiosamente en la casa donde se había criado. Las obras que vamos a encontrar en el museo son donaciones de la familia que en lugar de vender los cuadros los donaron a la ciudad de Córdoba. Hay que destacar del edificio donde se ubica el museo su fachada polícroma, de 1752.

Un recorrido por el museo

Las seis salas que vamos a encontrar nos van a permitir hacer un recorrido por la vida y la obra del pintor. 

Sala 1 – El entorno familiar

La primera sala es una presentación para entender al pintor de una forma más cercana, encontraremos cuadros que corresponden a su juventud y a su ámbito familiar, además encontraremos una colección de ilustraciones de carteles que fueron los que consiguieron dar a conocer y consagrarlo como pintor.

Carteles Unión española de Explosivos

Encontraremos carteles con distintas campañas de publicidad, donde podría destacar las de empresas como Bodegas Cruz Conde o la famosa etiqueta de anís La Cordobesa. También encontrarás diseños de póster de varias ferias de la ciudad y corridas de toros.

Cartel de Córdoba 1916

Sala 2 – Primera época

En el segundo piso se encuentran pinturas relacionadas con su etapa de madurez destacando temáticas religiosas, flamencas y cordobesas. El museo ha ido adquiriendo más obras, pero también documentación relacionada con el artista que se pueden ver en esta sala.

Como tal, son cuadros de estilo realista que reflejan la vida del campo andaluz a través de sus paisajes. La composición social de estas obras se adapta bien a la Generación del 98, enfatizando la crisis moral, política y social que dejó en España la fallida Guerra Hispanoamericana. 

«La Chiquita Piconera”, retrato de la modelo “María Teresa López”, es el auténtico testamento pictórico de Julio Romero de Torres.«

Los más importantes de ellos son los cuadros “¡Mira qué bonita era!”, que representa a una familia abandonada por la muerte de un adolescente, y «Horas de angustia«, otra escena de duelo entre una madre y su hijo enfermo. 

¡Mira qué bonita era! Obra impresionista de Julio Romero

A través de su pintura al óleo luminista, Romero de Torres denuncia las duras condiciones de vida de un sector abandonado de la sociedad. 

Además, en la sala se crea un ambiente familiar gracias a fotografías de personas y lugares de la vida del artista, como su estudio en Madrid. También hay muebles y otros elementos que lo han acompañado a lo largo de su vida, como una guitarra, una capa y un sombrero.

Sala 3 –  La Capilla

Aquí descubriremos el mundo misterioso del autor. Debe recordarse, sin embargo, que las obras de Romero de Torres sobre temas religiosos difieren de obras de este tipo. Esto se debe a que los pintores cordobeses, aún cuando se trata de temas bíblicos, no dejaron de centrarse en las figuras femeninas, a las que también representaban de forma sensual. Esto puede ser verificado por los samaritanos, incluido el encuentro de Jesucristo con la mujer samaritana, aunque la figura central está en el fondo y la presencia de Jesús enmascarada. 

Representación de la escena bíblica de Jesucristo con la Samaritana

Su manera muy específica de expresar el misticismo explica por qué pinturas como La Contrariedad que se encuentran en esta sala, a pesar de sus motivos morales, no tienen temas religiosos. Además, también se puede ver la cabeza de Santa Ana, fuertemente influenciada por la obra de Juan Valdés y el barroco cordobés. Esta es una amalgama típica de las obras de Romero de Torres, que incluye símbolos religiosos y paganos.

Cabeza cortada de Santa Ana sobre un plato ovalado de platería cordobesa

Sala 4 – El origen de lo hondo

El cuarto espacio del museo está dedicado a expresar las dos pasiones del artista, el cante y el flamenco, a las que simbólicamente hace referencia en sus obras o en retratos de grandes artistas. 

La nieta de la Trini

Como te dije antes, Julio Romero tiene una guitarra porque posee algunos conocimientos musicales. De hecho, con 20 años participó en un concurso de Cante de las Minas de la Unión de Murcia, aunque no ganó ningún premio. 

Con sus óleos, Romero de Torres pretende rendir homenaje a uno de los rasgos más distintivos de Andalucía, que marcó la vida del artista. Una de las pinturas más reconocibles de esta sala es el cuadro “Cante hondo” de su última etapa artística. La obra gira en torno al baile flamenco y a la vida del autor. 

Cante Hondo

En los últimos años, cuando su estado se agravó, las obras están marcadas por un horror vacui puntuando el perfeccionismo de la pintura y la superposición de elementos, muchos de los cuales se repiten en las pinturas anteriores a la suya.

Sala 5 – Semblanzas

Aquí encontraremos uno de los aspectos clave de la obra de Romero de Torres es el de retratista. De sus más de 1.000 óleos, más de la mitad pertenecen a este género. Muchos de ellos son, de hecho, estudios de rostros, o incluso bocetos de pequeño formato, para luego ser trasladados a pinturas más grandes y otros patrones. 

Retrato de la Condesa de Colomera y el escritor Cristóbal de Castro

Dibujo todos los estatus sociales, desde la gente del pueblo hasta personajes importantes de la época como artistas y políticos, aunque la mayoría de los comités eran para la burguesía, sobre todo la nobleza. Sin embargo, los lugares donde mejor puede mostrar sus habilidades de dibujo son aquellos en los que no tiene que luchar para preservar cualidades físicas y es libre de usar su imaginación.

Romero de Torres realiza el grupo denominado Chiquitas buenas

Sala 6 – La esencia de Córdoba

Finalmente, en el espacio final, se examina la relación íntima de Julio Romero con su ciudad natal. 

De esta forma podemos encontrar imágenes de espacios locales, como plazas, monumentos y calles, pero también escenas más simbólicas, como el sonido del agua o las costumbres locales. Las obras no tienen a Córdoba como protagonista, sino la ambientación que da a las pinturas con un tono nostálgico. 

Obra «En la ribera» y «La chiquita piconera»

La paleta de estas obras es la más oscura de toda su carrera artística. Este estilo tenebrista se mezcló con la fuerte influencia literaria de su amigo Valle-Inclán

Obra «La Gracia»

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¿CÓMO PUEDO VISITAR EL MUSEO DE JULIO ROMERO DE TORRES EN CÓRDOBA?

Puedes comprar las entradas en la taquilla del Museo de Julio Romero de Torres, en la Plaza del Potro 1, 14002 Córdoba.

Precio entrada Museo de Julio Romero de Torres

  • Entrada general: 4 €
  • Estudiantes de hasta 26 años y mayores de 65 años: 2 €

HORARIO DE APERTURA:

Del 16 septiembre al 14 junioDel 15 junio al 15 setiembre
De martes a viernes de 8:15 a 20:00De martes a domingo de 8:45 a 15:15h.
Sábados de 9:30 a 18:00
Domingos de 8:15 a 14:45h.

LOCALIZACIÓN


INFORMACIÓN PRÁCTICA

Te dejamos algunos enlaces prácticos para preparar tu visita al Museo de Julio Romero de Torres:

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