Palacio de Viana, el palacio de los doce patios

Te dejamos algunos enlaces prácticos para preparar tu visita al Palacio de Viana de Córdoba:

El encanto de Córdoba es indiscutible, pero su magia no se reduce solo a primavera cuando se celebra la Fiesta de los Patios, una celebración que crea un duelo vecinal para ver quien tiene más bonito su patio, balcón o rejas. 

Desde que el Palacio de Viana abrió sus puertas en 1981 para todos los turistas se ha convertido en un museo de patios cordobeses, cada uno con una temática diferente y con un total de doce patios, donde el agua, las flores y la cerámica se mezclan para crear espacios diferentes y encantadores.

En este palacio se conserva un importante ejemplo de la arquitectura civil aristocrática de los siglos XV y XX. Forman uno de los conjuntos de arte histórico más importantes de su patrimonio. Muchos títulos nobiliarios vivieron en la antigua capital del Califato, entre ellos la familia Villaseca. 

Es una de las residencias más famosas de Córdoba, declarada «Monumento Histórico del Arte» en 1981, y en 1983, su jardín y patios son designados «Jardín de Arte Histórico«. 

«Aunque por fuera parezca austero, por sus sencillos muros blancos, el Palacio de Viana alberga la casa señorial más importante y mejor conservada de Córdoba.»

El Palacio de Viana ofrece la oportunidad de visitar una casa aristocrática a través del desarrollo de una arquitectura ornamental asociada a la nobleza. 

Historia del Palacio de Viana

Sobre las casas que fueron propiedad de Miguel Ruiz en el siglo XVI, construyeron el palacio D. Gómez de Figueroa y Córdoba, el primer señor de Villaseca desde 1559, y su hijo D. Luis Gómez de Córdoba y Figueroa. Después sus diferentes propietarios fueron ampliando la casa durante más de tres siglos

El último descendiente de esta línea, Juan Bautista Cabrera y Bernuy, IX, Marqués de Villaseca, moriría sin descendencia, y al no estar en vigor las leyes antiguas de los mayorazgos pero pudo llegar sin problema su esposa, Dña. María del Carmen Pérez de Barradas y Bernuy que en 1975 se casó con D. Teobaldo de Saavedra, en 1875 fue nombrado primer marqués de Viana por Alfonso XII. 

Su nieto moriría sin descendencia en 1980, y su viuda vendió el señorial caserón a la Caja de Ahorros de Córdoba, Fundación Cajasur. 

Convertida en museo, es un conjunto de edificios de planta irregular, dispuestos en torno a doce hermosos patios y un jardín.

«El Palacio de Viana ofrece un recorrido histórico y sensorial por los patios cordobeses, sin salir del edificio.«

Marqués de Viana

En la primera época (1492-1704), el primer gobernador de Villaseca convierte el antiguo edificio en un gran edificio renacentista en 1545. Durante esta época ya estaba construida la recepción y la terraza de las Rejas.

Durante el segundo período (1704-1788) se llevó a cabo una importante reforma del palacio. En esta época se reconstruyó el Patio de la Madama y se terminó el Barroco Patio del Archivo.

«El Palacio de Viana de Córdoba fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1981 y dos años después, en 1983, Jardín Histórico-Artístico.«

Durante el tercer período (1788-1871), el VII marqués de Villaseca incorporó la casa de Conde Torres Cabrera adosada al palacio. María del Carmen Pérez de Barradas, que se volvió a casar al no tener descendencia, dejó su título y riqueza a su nieto D. José Saavedra.

D. José Saavedra, I marqués de Viana, inicia el cuarto periodo (1871-1980) cuando quiere convertir el palacio en museo. Será el director del museo y de su colección. Realizó un conjunto de postales sobre el palacio y sus patios con el objetivo de divulgar y realizó fotografías de sus patios. 

El marqués murió joven, dejando la herencia a su hijo, que no tuvo descendencia tras su muerte. Su viuda puso en venta el palacio en 1980.

Los intentos de venta del palacio continuaron hasta la muerte del Marqués de Viana III, pero finalmente fue adquirido por la fundación Cajasur de Córdoba, quienes renovaron el espacio y lo hicieron público en 1981.

Ese mismo año fue declarado Monumento Nacional Histórico de Arte y Jardín de Historia del Arte en 1983.

Doce patios, un jardín

El Palacio de Viana es un lugar que necesita un cuidado constante, ya que los patios suelen ser el soporte principal de este edificio.

La visita al Palacio de Viana debería ser un eje principal de tu visita a Córdoba. Quinientos años de historia donde su crecimiento con diferentes familias han sabido mantener el sabor popular que caracteriza a este edificio cordobés. 

El patrimonio cordobés, heredero cultural de tradición romana y del mundo árabe, tiene en el palacio el mayor representación histórica, con doce patios y un jardín en su interior. 

«Abierto como monumento al público desde hace más de 40 años, Viana aglutina en un solo lugar la mayor concentración de patios de la ciudad .»

Cada uno de los patios tiene sus propias características. Uno de los más famosos es el más antiguo, el Patio de los Gatos. La vegetación del lugar, en su período de floración, nos hace experimentar un verdadero éxtasis a todos aquellos amantes de la naturaleza y el arte. 

Es normal que en Córdoba el cuidado de sus patios sean referentes mundiales por su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional e inscritos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Su fiesta, celebrada durante la primavera, nos viene mostrando en Viana una manera novedosa y renovada de la reinterpretación patrimonial que existe en el monumento.

Patio de Recibo

Es la entrada al palacio desde finales del siglo XVI, de planta trapezoidal, rodeada por un galerías porticadas sostenido por 16 columnas toscanas y construido en dos plantas. Es interesante saber que las ventanas están pintadas en el clásico «azul de Viana». El acceso, desde un lateral, sin columnas, permite así un mejor acceso desde la plaza y permite el acceso a coches de caballos de la familia. De esta forma vemos las caballerizas en el lateral. Al fin y al cabo, es un patio de recepción.

Patio de los gatos

Es probablemente el más antiguo, y desconocido de la ciudad. Tiene su propia historia, asemejándose al crecimiento y transformación del palacio. Este patio forma parte de un edificio que fue construido en las casas de la Puentezuela de Tres Caños en el siglo XVI y se mantuvo como vivienda alquilada hasta mediados del siglo XVIII como edificio de administración y después como patio de servicio. Como resultado, podrás ver un pozo, un lavadero, un saladero revestido en mármol alrededor de geranios rodeando los muros. 

Patio de los naranjos

El patio nos recuerda a la cultura de los jardínes árabes. Para los musulmanes, el jardín es un lugar privado, donde el agua y las plantas se utilizan como elementos decorativos, por lo que las flores y los árboles frutales forman parte de este espacio. El naranjo es el que da nombre al patio, aunque históricamente ha recibido varios nombres como Patio de los Comedores, Patio de la Fuente, Patio de Beber o Patio de la Parra.

Patio de las rejas

Construido en 1624, es el único patio que mira al exterior a través de las rejas de forja que lleva su nombre. Su magnífica arquitectura manierista abre al exterior. Este signo del poder exterior de la familia ha sido utilizado por la familia durante muchos años como balcón con el privilegio de ver los acontecimientos públicos, por ejemplo, el recorrido de la Virgen de las Angustias, el Jueves Santo. Este espacio es sin duda el mejor por su carácter abierto. Hoy, sigue siendo un símbolo en el palacio.

Patio de la Madama

Este patio fue parte de la reforma del siglo XVIII, y fue en el siglo XX cuando se introdujo su cálido e íntimo jardín. Está diseñado para ser visto a través del dormitorio del Almirante, ya que las esculturas de la fuente miran hacia su entrada. Recibe su nombre de las náyades de la fuente. La fuente está rodeada por cipreses en forma de corona plantados a principios del siglo XX, durante el segundo marqués de Viana.

Patio de columnas

Fue la última de las reformas realizadas en el palacio, ya en los años ochenta y abierto al público. Diseñado para dinamizar la visita, así como el programa de recepción que incluye una gran interacción con los visitantes. 

Patio de la alberca

Es uno de los mejores patios de este palacio, levantado en Viana en el siglo XIX, es un patio de servicio, como el patio de los Gatos, también conocido como patio del Invernadero o como el Patio de los Venados, y es porque, en este parque, los cabezas de estos animales abarrotaban sus muros de las monterías organizadas en la finca cordobesa de Moratalla. Hoy se usa para los miembros del equipo de jardinería, la alberca es de reciente construcción, de los años 80.

Patio del pozo

Este patio formaba parte del Patio de la Alberca, hasta su remodelación en el siglo XIX, es otro de los patios de trabajo en él que encontrarás un pozo que es el auténtico protagonista. Toma sus aguas del arroyo el Colodro, abasteciendo las fuentes y todas las plantas del palacio.

Patio de los jardineros

Encontramos en este la habitación de las herramientas del equipo de jardinería, de ahí su nombre. Completa el conjunto de los patios de servicio del palacio de Viana. Su aspecto actual se debe a la decoración que hizo la III marquesa de Viana. Destaca el muro cubierto de celestina o jazmín azul, un auténtico jardín vertical, así como los objetos arqueológicos y la decoración de azulejos, procedentes de la finca de Moratalla y del palacio de Viana de Madrid.

Este patio cuenta, entre otras piezas, con fuentes, hornacinas, columnas, azulejos, un dintel de iglesia, etcétera. Una tradición, la de adornar los patios señoriales, del siglo XIX que acentuó el gusto por las antigüedades como complemento y adorno de los patios. 

Patio de la cancela

Hoy día es el actual acceso al centro de recepción de visitantes del Palacio de Viana, aunque antaño era la entrada a la casa de los condes de Torres Cabrera, adquirida por los propietarios en el siglo XIX, perdiendo su función de patio de entrada. La arquitectura de este patio difiere con las del resto de patios, y es que, en esta, los muros están revestidos de ladrillos, el suelo está enfocado, presenta objetos arqueológicos y el antiguo abrevadero es hoy un pilar decorativo.

Podemos observar también cómo asoman balcones con bellos trabajos de forma y marcos de madera pintados con el “azul Viana”, conformando del espacio un vistoso conjunto. Su nombre es heredado de la gran cancela de hierro que cierra su único muro abierto al exterior.  

Patio de la capilla

Fue el patio principal de las casas de los condes de Torres Cabrera en el siglo XVII, llamado así por la capilla anexa al patio, trasladada por la III marquesa de Viana a la actual recepción. Aunque hoy en día se ha recuperado su ubicación original. Presenta un pequeño museo arqueológico por la cantidad y calidad de sus piezas. Los altos naranjos y la armonía de su composición favorecen la calma e introspección del espacio.  

Patio del archivo

Es el más interior de todos los patios, y una muestra sobria del barroco cordobés, realizado su remodelación en el siglo XVIII. En la entreplanta se localiza el valioso archivo histórico de la familia, con más de 400.000 documentos, uno de los mayores tesoros de Viana.

En la compra en 1980 del palacio por parte de Cajasur, no se compró el archivo, ya que estaba fuera del mercado, lo que ha hecho que esté custodiado por el palacio pero sin acceso público ni a investigadores, hasta que en el año 2000 Cajasur pudo adquirirlo, y comenzando así una nueva etapa de estudio detallado. Llama la atención el juego de puertas y ventanas de color azul, y sobre todo la fuente central con su lienzo cerámico.